Alzheimer y Marcha Nórdica

21.09.2022

Todos hemos oído a hablar de la enfermedad de Alzheimer y de cómo afecta a quienes la sufren y a sus familiares. Las terribles consecuencias de esta enfermedad neurodegenerativa significan a la práctica un proceso involutivo muy grave que empieza por la pérdida de la memoria, afecta el comportamiento y las relaciones sociales y evoluciona hacia un proceso de demencia, al mismo tiempo hay una pérdida de las funciones básicas de la vida diaria (AVD's), un deterioro físico y una regresión psicomotriz. A medida que el afectado va perdiendo capacidades y lucidez, los familiares más cercanos se tienen que hacer cargo de todas sus necesidades básicas.

De momento no hay un tratamiento definitivo para la enfermedad, pero todo aquello que pueda ayudar a frenar el proceso degenerativo es muy bienvenido. En este sentido también la Marcha Nórdica puede jugar un papel muy interesante.

Hace un tiempo se publicó un estudio donde se evidenciaba que la MN tenía efectos muy positivos sobre los afectados por la enfermedad del Parkinson. Actualmente, estamos en condiciones de afirmar que, en el caso de la Enfermedad de Alzheimer, la MN también puede significar un granito de arena más para paliar los efectos devastadores de esta.

El Agosto del 2011, el Dr. Massimo Venturelli y su equipo del Departamento de Neurología de la Universidad de Verona, Italia , publicaban un estudio: -Six-month walking program changes cognitive and ADL performance in patients with Alzheimer- donde se revela que es posible estabilizar por un tiempo las disfunciones físicas y cognitivas en pacientes afectados por la Enfermedad con un programa de caminatas específico. Por lo tanto, es evidente que si en este programa añadimos los bastones nórdicos y aplicamos la técnica de la MN, nada complicada, se añade a la actividad las extremidades superiores, y ...esto lo cambia todo!

En la MN, se incorporan los brazos para andar, y este hecho trae a que marchar con bastones, en cierto modo equivalga al gateo, el que significa que el trabajo psicomotriz efectuado por quien practica la MN es mucho más importante: activa más programas motores y automatismos, y de este modo se activa el funcionamiento de más áreas cerebrales, que no sólo andando. Además, hay que tener en cuenta que gracias a los bastones estaremos siempre muy equilibrados y evitaremos el riesgo de caídas, muy común en los afectados de Alzheimer.